Archivo del blog

05 febrero, 2015

"Neo-heavies", y otros soldados de la discriminación musical

Me siento obligada a escribir estas palabras al haber recibido la enésima muestra de menosprecio por parte de individuos del grupo social que voy a tratar.
Por favor, no se den por aludidos aquellos que no encajen enteramente en el patrón descrito, y que sean respetuosos y dignos admiradores de sus artistas. A pesar de nombrar elementos de ropa y motivos estéticos y relativos a la apariencia, no estoy en contra de ninguno de ellos; incluso los admiro. Se emplean estos detalles como mera descripción, no como crítica a aquellos que los luzcan.

El odio en Internet, y en el día a día hacia géneros musicales ajenos a los propios ya empieza a tocar bastante las narices. Harta estoy, y no soy la única, de comenzar una conversación de música con otra persona teniendo que soportar miraditas de desprecio, gestos de superioridad y comentarios como “No sabía que te gustaran esas cosas” o “¿Yo? Yo sólo escucho X género de música, no esa mierda”.
Como individuo, tengo mis propios gustos, y por tanto, tales comentarios me molestan más cuando vienen de personas con las que comparto algunos de ellos, si no la mayoría. Me voy a centrar, pues, en el conjunto que considero más activo en el sector hater actual, y el que más decepciones me ha brindado, teniendo en cuenta las pretensiones de madurez y sabiduría que se traen sus integrantes. Así pues necesito anunciar que me indigna la actitud adoptada por los que denominaré “neo-heavies”, personas que por proclamarse devotas admiradoras de bandas (muy respetables, ojo) como Queen, Guns ‘n Roses, AC/DC o Metallica, por llevar motos, pantalones de cuero y dejarse barba, creen ser los dioses de la música, y estar muy por encima de todos los demás oyentes.
Forman un grupo social que cree ser muy selecto, y discrimina a todo el que se niegue a desplegar odio hacia lo que consideran “comercial” y “carente de calidad”, lo que vienen a reconocer como toda la música de los 90’ en adelante.
Estas personas, que distan un abismo de los respetables heavies originales, quienes amaban su música sin molestarse por la demás, terminan por ser un lastre y una vergüenza para el género que representan.
No es ningún secreto que la música de antaño es muy diferente a la actual. Se componía con otros instrumentos y métodos, y la diseñaban artistas con otras formas de pensar y otras opiniones, en épocas con problemas diferentes y ambientes sociales distintos. Pensar que la mentalidad de los artistas de rock metal es más pura y más correcta es una opinión personal totalmente respetable. Proclamar que lo demás es una mierda, no. El hecho de que, tanto heavies como forofos actuales movidos por la ola hater, se dediquen a exclamar esto por toda la web da credibilidad y pone en más estima la postura de believers, fans de One Direction o fieles seguidores de dubstep, de quienes no digo que sean neutros en las “guerras virtuales”, pero de los que no me voy a preocupar ahora.
Tengamos en cuenta que la música es arte, y el arte es subjetivo. Una canción de Britney Spears en determinado momento y para una persona concreta puede significar un antes y un después, y dejar una huella tan grande como una obra de Iron Maiden. Criticar la labor de un artista frente a la de otro queda desubicado y fuera de lugar, pues lo importante al fin y al cabo es la reacción que la pieza provoca, aún más que la pieza en sí. Con la prepotencia de estos “neo-heavies” irrespetuosos, que defienden la valía de una obras pisoteando la de otras, solo se consigue degradar la grandeza de las primeras.
Por eso, como admiradora de la música en general, de todos los géneros, las épocas y los estilos, os pido, por favor, que os bajéis del pedestal. Todos sabemos que el heavy es buena música, pero admirarla no os convierte en conocedores de la verdad, ni os hace superiores a quien sabe disfrutar además de una canción de pop, rap, salsa, rock, punk y otros alternativos, o de una nana infantil. Honrad a vuestros artistas reconociendo el valor de cada melodía que escuchéis, y respetando el gusto de todos los demás tanto como el vuestro propio.

Toda opinión es respetable. La música es hermosa: maduremos, abramos los oídos y disfrutemos de ella.

May Parodi

No hay comentarios:

Publicar un comentario