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05 febrero, 2015

La Familia: La Lela y el Tata

Lela y Tata AKA Mirta Grajales y Armando Parodi

Dígase de los Señores Progenitores de mi Señora Progenitora. Aunque se llaman Mirta y Armando, para mí siempre han sido la Lela y el Tata. Dice mi madre que lo de "Lela" proviene de mi mala pronunciación de "Abuela" cuando era un pequeño proyecto de ser humano (es decir, una niña). Lo de "Tata", ni idea. Imagino que me habrán dicho, "mira, ese es tu Tata", y así se quedó. En fin.
Ellos y la Beca (mi bisabuela, que me decía que la llamara "Vieja", y mi lengua de infante transformó la palabra hasta que se quedó así) son mis abuelos, y los quiero mucho. Es importante explicitar las cosas, oye.
Le Lela es una persona muy risueña y feliz -esto último no puede saberse, pero oye, al menos lo parece. Si soy un poco foca es porque heredé el hipotiroidismo (una enfermedad que hace muchas cosas, una de ellas impedir que abandone el modo Snorlax) de ella. Bueno, eso, y porque a las dos nos pirran unas buenas tortas fritas con muuuucho dulce de leche para acompañar el mate. Uno de los recuerdos más bellos que tengo de mi infancia es estar con ella comiendo dicho manjar mientras se ponía el sol en su casa.
El Tata es una persona muy activa y pragmática. Tiene unos ojos preciosos: de él heredamos los ojos verdes Toti, la Proge y yo. En mis archivos mentales de la infancia, lo recuerdo siempre trabajando, y llevando un chaleco verde.
La Lela nunca tenía en casa ni libros ni libretas. Cuando era pequeña, para mí esto era una frustración. Por un lado, me encantaba ir a la casa de mis abuelos, en el bosque, un lugar mágico donde jugar con los bichitos y con la tierra. Pero luego quería leer, o pintar o dibujar y no había libros, ni papel, ni ná de ná.
Viven en Uruguay, el país donde nací. Ellos son de allí, y allí están. La Lela quiere mudarse aquí a Canarias, que es donde están sus hijas, pero como está mala de la cadera y tiene movilidad reducida, tiene que operarse primero para poder moverse con libertad. Eso y que no haymoney, vaya. Crisis, y esas cosas. El Tata también quiere venir. Ambos vinieron de vacaciones el año pasado o el anterior, ya no me acuerdo, y les encantó la isla. La verdad, no sé qué le habrán visto, pero bueno. A la gente le suele gustar Canarias.
Eeen fin.

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